Paul Reed Smith nació el 18 de febrero de 1956 en Maryland, en Bethesda exactamente. Hijo de un matemático que fue en otro tiempo el líder de un big band y de una madre guitarrista admiradora de los Beatles, se ve ofrecer, a la edad de 4 años un ukulele sobre el cual se entera de sus primeros acuerdos. Adolescente, se inicia al bajo y toca con algunos de sus compañeros de clase y no vacila, de vez en cuando, en usar la guitarra clásica de su madre, desgranando horas durante el riff de Day Tripper… Luego decide iniciarse a la guitarra eléctrica, multiplicando los pequeños trabajos para hacerse una hucha que le permita ofrecerse, por fin, un Telecaster de segunda mano, vendido en la tienda local de música. Desgraciadamente, una vez la suma reunida, ya se había vendido la Fender y debe elegir una Gibson Melody Maker 3/4 que le cuesta no menos de 140 dólares. ¡Una fortuna a los 16! Se paga una copia japonesa del bajo mítico de McCartney, un Hofner, recupera el mástil y construye un cuerpo según su gusto. Un interés que le conduce a encontrar un pequeño trabajo de reparador en la tienda de la esquina, aprendiendo en este trabajo, todas las cuerdas finas del oficio. Simultáneamente, entra en la universidad pero descubre rápidamente que las matemáticas le interesan mucho menos que la lutherie, y prefiere hacerse famoso en toda la región como luthier. Un día, le llaman para pedirle si se siente capaz de reparar el mástil roto de la guitarra de Joe Perry (Aerosmith). ¡Es el señal ! Abandona la universidad, se instala en Annapolis, y empieza la fabricación de varias guitarras. ¿Para venderlas? ¡Ningún problema! Va encontrando los roadies de todos los conciertos de su región con el fin de obtener una autorización para circular entre los escenarios (backstage pass), permitiendo así que los músicos prueben sus modelos. Uno en cada diez acepta comprarle pero cuando se trata de nombres tan prestigiosos como los de Carlos Santana, Al DiMeola, Howart Leese, el éxito si que tenía que saludar a la empresa. La continuación será sólo amor, gloria y belleza a pesar de un juicio malo que le intenta Gibson y que pierden estos. Hoy en día, PRS forma parte de las tres marcas de guitarras eléctricas más importantes en el mundo. Lo mejor de lo mejor...