Escrito para David Childs, el trabajo está inspirado en un poema gaélico sobre el amor perdido, que cuenta la historia de un pescador y su esposa. Ella acompaña a su amor a orillas del mar para señalarle: pero, trágicamente, él nunca regresa. Cada día, ella vuelve a ver el mar y canta para él, sin ninguna respuesta. En la tradición de la canción celta, esta última es oscura, llena de pasión y dolor.