Gran fan de los Vox que crujen y con los que hay que aprender a tocar en un amplificador que se sale de sus casillas constantemente, me encuentro inicialmente con un Fender de sonido limpio que no conoce la saturación. ¿Ni siquiera un pequeño crujido? ¡Pero este sonido es absolutamente enorme! Bajos contundentes (las válvulas) y muy (muy muy...) profundos. Al principio tuve que bajar las pastillas de la guitarra y sobre todo los graves para poder reequilibrar el sonido. ¡Los bajos eran demasiado profundos! Una vez ajustadas las pastillas, finalmente descubro el aparato y su carácter. Una eficiencia plug & play: los potenciómetros de agudos y graves son a la vez muy expresivos y súper fáciles de ajustar por instinto. El sonido es el mismo independientemente del volumen (que no se sube demasiado, de lo contrario rápidamente se va a la sobrecarga de vatios). Lo mismo para la reverberación súper bonita que añade una especie de sustain muy largo y un trémolo muy preciso y temiblemente presente. Ningún crepitar ni clic del trémolo, al contrario de lo que he leído en algunas opiniones. Luego, subo el volumen y todo se revela entre 4 y 5. Sube muy rápido y es un festival de grano y brillo. Es a este volumen al que debe tocarse este amplificador (Aunque el sonido es muy fiel a bajo régimen, está hecho para tocar en vivo y debe entregar toda su potencia y sus magníficos cristalinos). Cabe señalar que antes había probado el modelo Deluxe con un altavoz de 12 pulgadas y lo abandoné rápidamente porque para sacar un poco de drive hay que subir el volumen a un punto que acabarás en el logopeda antes de oír el crujido. El Princeton de 10 pulgadas, en cambio, da más que suficientes vatios para hacer que los miembros de tu grupo se quejen "el guitarrista toca demasiado fuerte" (Débiles). Para los pedales es aún más impresionante: te conectas directamente en la parte frontal, sin circuito especial de efectos y sin embargo... sucede algo increíble: los efectos "colorean a voluntad" pero el sonido de tu guitarra mantiene su personalidad (realmente). El sonido sigue siendo puro y el efecto no aplasta nada: la madera, las pastillas, el grano, el sustain de la guitarra están perfectamente preservados y reconocibles. ¿Nunca he oído eso en ningún otro amplificador? Es genial. Y cuanto más efectos pongas, incluso si acumulas pedales de boost, fuzz, ecualizador..., sientes que el amplificador aguanta todo, no distorsiona nada y aún tiene suficiente potencia para pedir más. Es impresionante. Un amplificador súper simple, fiel, preciso, versátil y sobre todo un gran calibre!!!

Muy buen amplificador, los graves son muy potentes y los agudos muy bien definidos. Ofrece un sonido muy cálido. La reverberación me parece un poco limitada y sobre todo da bastante ruido a nivel. El vibrato es magnífico.

Excelente amplificador

Un sonido claro excelente, obviamente para un juego donde se escuchan todos los matices. Acepta todos los pedales y reproduce de manera impresionante la personalidad de la guitarra (Strat o LP en mi caso). Aprecio especialmente el volumen muy progresivo para tocar en todas las situaciones.