Compré esta guitarra por su belleza exterior así como (y sobre todo) por su sonido cálido, redondo y súper blues.
Tiene un aspecto estético genial, es una Tramontane, Lâg, los acabados son perfectos, los ajustes (cejuela, cuerdas, ...) no fueron necesarios (al menos para mí), la guitarra tiene un cuerpo moteado súper bonito, el color de la guitarra es más "miel" que en la foto de presentación. El mástil es mate, fino, los trastes no sobresalen, en resumen, un trabajo excelente. La caoba de Honduras es muy bonita y el barniz "French Satin" es grueso y brillante a la perfección.
En cuanto al sonido, me quedé asombrada. Es cálido, redondo, la tapa armónica le da un sonido pronunciado de jazz, blues e incluso country. En acústico puro, con púa tiene un sonido terrible, en arpegios es más discreta pero sigue siendo genial. Tiene un afinador integrado que es preciso y súper práctico (para afinaciones abiertas es genial).
Conectada, mi asombro creció aún más. Tiene los ajustes "low", "middle" y "high" que modulan el sonido y lo cambian según todos sus deseos. Digo todos. Más allá del sonido blues que tiene, sus moduladores permiten hacer de todo. Tiene una paleta sonora completa y realmente genial. También hay otros ajustes como "phase", una "mid. frequency" y un "notch" que aún no he tocado.
En cuanto al peso, es una acústica, por lo que es ligera, compacta pero un poco grande, no ideal para una guitarra de viaje.
Finalmente, es una pequeña suma a gastar pero es una guitarra que vale el precio. Si tienes la oportunidad de probarla antes, hazlo, caerás bajo su encanto.
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Posted on 30 Jun 2020
By John D.