Innovadora y única, la ride Low Volume de 20 pulgadas te permitirá tocar en cualquier lugar y en todas las circunstancias: apartamento, café-concierto, etc.
Un diseño genial para un mundo de silencio.
Zildjian ha escuchado la queja de los bateristas, y sin duda la de sus vecinos y allegados. Su respuesta se encuentra en platillos revolucionarios, que en todos los aspectos tienen la misma forma y los mismos diámetros que los modelos tradicionales. El metal es consistente, pero perforado con miles de pequeños agujeros, de manera que reduce la sonoridad en un 80%. ¡Una idea simple, sin duda, pero había que pensar en ello!
Sensaciones idénticas.
La hazaña es tal que tendrás al 100% la impresión y la sensación de tocar en un set real. Se disfruta plenamente el rebote del mazo, la forma presenta el mismo cuerpo abombado y la misma campana perfectamente identificable. Esta se destaca claramente (pero siempre en silencio) con el cuello de la baqueta, y se toca el borde sin contenerse, como para simular la explosión de un crash potente. Se siente cada golpe y el sonido, muy bajo, ¡incluso llega a ser agradable! Lo mismo ocurre con los platillos hi-hat cuya apertura y cierre con el pie estimularán tanto al conocedor como al principiante, con un pequeño matiz natural con tendencia “electro”.
Un diseño genial para un mundo de silencio. Zildjian ha escuchado la queja de los bateristas, y sin duda la de sus vecinos y allegados. Su respuesta se encuentra en platillos revolucionarios, que en todos los aspectos tienen la misma forma y los mismos diámetros que los modelos tradicionales. El metal es consistente, pero perforado con miles de pequeños agujeros, de manera que reduce la sonoridad en un 80%. ¡Una idea simple, sin duda, pero había que pensar en ello! Sensaciones idénticas. La hazaña es tal que tendrás al 100% la impresión y la sensación de tocar en un set real. Se disfruta plenamente el rebote del mazo, la forma presenta el mismo cuerpo abombado y la misma campana perfectamente identificable. Esta se destaca claramente (pero siempre en silencio) con el cuello de la baqueta, y se toca el borde sin contenerse, como para simular la explosión de un crash potente. Se siente cada golpe y el sonido, muy bajo, ¡incluso llega a ser agradable! Lo mismo ocurre con los platillos hi-hat cuya apertura y cierre con el pie estimularán tanto al conocedor como al principiante, con un pequeño matiz natural con tendencia “electro”.