Lo esencial que hay que saber sobre la partitura " émergences-résurgences "
Con " émergences-résurgences ", Michael Jarrell inscribe el concierto de viola en una estética decididamente contemporánea, nutrida por el universo pictórico de Henri Michaux. Más que una simple alusión visual, el compositor transpone curvas, claroscuros y trazos marcados en el flujo temporal de la música, donde la energía del solista se afirma desde el incipit. Atento a la continuidad de la escucha, Jarrell moldea largos arcos melódicos salpicados de finas inflexiones, al modo de un escritor que cincela su lengua. Dedicada a la gran violista Tabea Zimmermann, la obra interroga la memoria y la anticipación, "separando la profundidad del pasado del abismo del futuro" a través de un discurso a la vez poético y tenso.
Esta edición Lemoine propone la parte de viola solo del concierto " émergences-résurgences " (20 páginas). El material se trabaja mediante notas pivote y puntos de atracción, generando figuras que se dilatan, se refractan, se multiplican o se contraen. Las transiciones se organizan alrededor de ecos, resonancias y bifurcaciones, con oposiciones bruscas que densifican la dramaturgia. Algunas ideas están voluntariamente dislocadas o fragmentadas, creando un juego de espejos donde los motivos reaparecen desde otros ángulos. La notación precisa realza la dinámica y la articulación del fraseo, exigiendo al solista un gran dominio de los contrastes y de la proyección sonora. Pensada para el escenario, esta parte solista es ideal para violistas en busca de un lenguaje contemporáneo poderoso, expresivo y profundamente anclado en el gesto instrumental.