En 1908, Hoshino Gakki abre una división musical en Hoshino Shoten, una empresa especializada en la librería en Japón. Desde 1929, Hoshino Gakki empezó a importar las guitarras del luthier español Salvador Ibáñez, hasta que las fábricas fueran destruidas durante la guerra civil. Ya que no había otra importación de guitarras, Hoshino Gakki compró la marca e inició la fabricación de guitarras acústicas españolas en 1935, primero con el label Ibanez Salvador luego bajo la marca Ibanez. Hechas a mano, la distribución quedó limitada. En 1965, Harry Rosenbloom, que fabricaba artesanalmente guitarras en Estados Unidos (en Ardmore, Pensilvanía) bajo la marca Elger, decidió involucrarse sólo en la venta y se volvió el distribuidor exclusivo de las guitarras Ibanez para América del Norte. Fue en los años 1970 que el éxito de Ibanez, creciendo, empezó. Primero con réplicas de guitarras americanas Gibson, Fender y Rickenbacker, luego con guitarras con cuerpos originales, mastiles con perdiles finos y colores novadores. Todo ello permitió a Ibanez imponerse definitivamente en el universo musical de los 1980, ganando a la vez en el corazón de una mayoría de músicos de heavy metal.